44.000 animales marinos enredados en plásticos ... Luciana Nicolle Lazarino
Nuestra irresponsabilidad está llegando hasta el mar. Los plásticos y otros materiales llegados hasta los océanos se están convirtiendo en una de las mayores amenazas para la fauna marina.
Las especies que habitan en las aguas que bordean América del Norte, Europa y Australia son las que más están sufriendo la amenaza de los plásticos lanzados al mar. Casi 700 especies, lo que supone 44.000 animales marinos de todo el planeta, se han visto afectados por los objetos contaminantes lanzados al mar, tal y como ha desvelado la Universidad de Plymouth en el estudio más completo de este campo en los últimos años.
Según este análisis, coordinado por Sarah Gall y Richard Thompson, los fragmentos u objetos de cristal y plástico han dañado a cerca de 44.000 animales que, o bien se enredaron con estos productos contaminantes o bien los ingirieron, aparte de los daños causados en el hábitat marino. En torno a 400 especies se han visto afectadas por molestias al tragarse o liarse con estos objetos que les entorpecieron en su entorno.
En la mayoría de los casos de la fauna marina dañada, el 92% concretamente, el plástico estuvo tras los problemas de los animales. Se da la circunstancia de que este material tarda años y años en degradarse, por lo que desgraciadamente estas dramáticas estadísticas parecen estar condenadas a repetirse en las próximas décadas salvo que los estados se impliquen en intensas labores de descontaminación del mar.
La tortuga boba o la foca monje de Hawai son algunas de las especies, ya en peligro de extinción, con las que puede terminar la contaminación por plásticos
Los vertidos de los restos de componentes nocivos para el medio ambiente ponen en peligro al conjunto de las especies de agua salada, pero en especial a aquellas catalogadas por la Unión Internacional para la Catalogación de las Especies en peligro de extinción, como la tortuga boba, la pardela sombría o la foca monje de Hawai, entre otras.
De acuerdo con el amplio análisis efectuado por los investigadores de la Universidad de Plymouth, el 17% de las especies dañadas a causa de plásticos u otros materiales que no eran biodegradables están en la lista roja de especies amenazadas. Lo que convierte a las molestias ocasionadas por los plásticos en un aspecto doblemente preocupante.
Los plásticos llegan por la actividad humana
Son precisamente las zonas con mayor actividad humana, es decir, el entorno de Australia y las aguas que bordean Europa, así como ambas costas de América del Norte las que mayor concentración de residuos y de problemas a la fauna marina presentaron, de acuerdo con el estudio impulsado por la Universidad de Plymouth. Una relación que debería poner en alerta a aquellos gobiernos y ciudadanos que dicen estar implicados en la preservación del medio ambiente.
¿De qué tipo de objetos estaríamos hablando? Las redes y las cuerdas de plástico interfieren el avance, por ejemplo, de las ballenas francas del norte, de diversas especies de tortugas, como las verdes, las bobas o la tortuga carey o el fulmar del norte, que es un ave propia de los entornos marinos, según recoge el estudio.
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