El puente que hizo ir a todos a la escuela
Se construyó hace un año sobre un arroyo de Misiones. Y logró bajar el ausentismo. Antes los chicos llegaban a clase nadando. A clase, bien sequitos. Ahora los chicos de esta aldea de Misiones cruzan el arroyo por arriba. Hasta hace un año lo hacían con el cuerpo en el agua. Foto: Blas Martínez En este pueblito perdido de Misiones el arroyo ya no decide cuándo se estudia y cuándo no . Sus aguas rugen como siempre en su alocado camino hacia el río Uruguay, pero dejó de meter miedo en los alumnos de la aldea. Ahora nadie le teme a ese tajo de agua oscura que se mete entre el verde de la selva con su torrentoso cauce de más de 25 metros de ancho y un metro de profundidad. Hasta hace un año los chicos debían cruzarlo a nado para llegar a la escuela. Y un puente construido en tiempo récord por el mismo Estado que miró para otro lado durante un lustro, alcanzó para sepultar los miedos y llevar tranquilidad a padres, docentes y alumnos. Una aventura. Hace un a