Los Primeros Pobladores - Las Poblaciones IndÃgenas...Elina Arroyo
En el territorio que actualmente ocupa nuestro pais, las comunidades aborigenes desarrollaron diferentes estilos de vida, relacionados principalmente con el espacio geográfico.
Fueron cazadores y recolectores de frutos silvestres: los pampas, querandies, tehuelches, yamanas y onas.
Fueron agricultores los omaguacas, tilcaras, diaguitas, huarpes, comechingones, sanavirones y querandies.
Muchas de estas comunidades dejaron huellas tales como las ruinas de ciudades, trozos de cerámicas, trabajos en piedra o sugestivas pinturas rupestres (en las rocas). En las distintas regiones de nuestro pais: Noroeste, Litoral y la Patagonia.
La Región del Noroeste
Existieron cinco culturas indÃgenas en la región: Diaguitas. Omaguacas (Humahuacas), Atacamas, Chiriguanos y Lule-Vilelas.
La cultura Diaguito-Calchaquà es la más representativa de los antiguos habitantes indÃgenas del Noroeste Argentino, y conforma la más compleja y numerosa de las poblaciones. Este grupo esta integrado por tres entidades distintas, que se suelen conocer como: Pulares, en el Valle de Salta; CalchaquÃes, en los valles de Calchaquà y Yocavil –Salta-, en Tucumán y Catamarca; y Diaguitas, en zonas de La Rioja. Sus componentes eran racialmente andinos.
Todas ellas tenÃan en común la lengua “cacán”. Era una cultura de agricultores sedentarios, poseedores de irrigación artificial, por medio de canales y con andenes de cultivo para sus productos principales: maÃz, zapallo y porotos. Fueron criadores de llamas de las cuales emplearon su lana para sus tejidos y también para carga. La recolección fue otra de sus actividades, especialmente de la algarroba y el chañar, que almacenaban en grandes cantidades. TenÃan fuertes jefaturas, probablemente hereditarias, que llegaban a desplegar su autoridad sobre varias comunidades.
La familia monogámica era el núcleo vital de la comunidad, destacándose la practica de la poligamia entre los caciques. Eran adoradores del Sol, el trueno y el relámpago. Celebraban rituales propiciatorios de la fertilidad de los campos y tenÃan una funebria elaborada, expresión de un culto a los muertos como transito crucial en el ciclo de vida de la cultura. El arte diaguita, dirigido muchas veces a lo religioso, es el más acabado de nuestras culturas indÃgenas. No solo en cerámica sino también en metalurgia.
La cultura diaguita fue guerrera; hecho demostrado incluso a la llegada de los españoles, cuando les opuso una feroz resistencia, quizá la más fuerte. El instrumental bélico era muy variado y la guerra contra el español asumió las caracterÃsticas de un fenómeno integral en el que participo la comunidad entera.
Aproximadamente unos 200.000 indÃgenas conformaban este pueblo a la llegada de los españoles.
tienen vivas antiguas tradiciones, bellas artesanias (tejidos, cerámicas, cesterias), festividades y ritos, que nos ayudan a profundizar en nuestras raices.
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