18 de mayo dia de la ESCARAPELA ... DANIELA IBAÑEZ
El día de la Escarapela: 18 de Mayo
La Escarapela es el primer símbolo patrio, y fue oficialmente creada por una iniciativa propuesta por Manuel Belgrano desde Rosario. Aprobada por el Triunvirato el 18 de febrero de 1812, se conmemora desde 1960 el 18 de mayo.
Escarapela
La iniciativa para que la escarapela argentina tuviera su día de conmemoración nació de los profesores Carmen Cabrera, Benito Fabre y Antonio Ardissono, quienes en 1935 propusieron recordarla cada 20 de mayo. El Consejo Nacional de Educación consintió la celebración pero alteró el día, y lo trasladó al 18 del mismo mes sin argumentar el cambio. Recién en 1941, el Consejo lo instituyó como Día de la Escarapela.
En 1951, amparado en la tradición de que el 19 de mayo de 1810 varias damas porteñas se habrían adornado con rebozos celestes ribeteados con cintas blancas, el Ministerio de Educación fijó la fecha para el 19. El colorido relato se originó en una publicación titulada La Gran Semana de 1810 - Crónica de la Revolución de Mayo, donde se dieron a conocer los sucesos de aquellos días por varias cartas halladas en un baúl perteneciente a Marcelina Orma. Las cartas, que no eran originales sino copias de una misma letra, firmadas con simples iniciales y carentes de autenticidad, despliegan una emotiva secuencia novelada de los acontecimientos vividos entre el 19 y el 25 de mayo de 1810. La pluma creadora se atribuye a Vicente Fidel López (de hecho, se aclara en la obra que fue “Recompuesta y arreglada según la posición y opinión de los Promotores por V.F.L.”). Este autor se caracterizó por priorizar la tradición, el testimonio oral y la reconstrucción imaginativa de la historia por sobre las fuentes documentales.
En cambio, se conservan documentos que revelan que el lunes 21 de mayo de 1810 los patriotas, liderados por Domingo French y Antonio Luis Beruti, comenzaron a llevar en el sombrero y en sus casacas cintas blancas en señal de unión entre criollos y españoles europeos. Lo cierto, también, es que el 18 de febrero de 1812 el gobierno de las Provincias Unidas del Río de la Plata decretó la primera escarapela nacional blanca y azul-celeste en reemplazo de la roja española. El modelo, redondo de fondo blanco y centro celeste, fue estrenado en Rosario el día 27 junto con la novedosa bandera creada por Manuel Belgrano, quien en proclama a sus soldados arengaba: “En este punto [refiriéndose al sitio donde se instalaba la Batería de la Libertad] hemos tenido la gloria de vestir la escarapela nacional que ha designado nuestro excelentísimo gobierno…”. El cambio al actual distintivo de tres círculos concéntricos celeste, blanco y celeste se habría producido durante la guerra contra el Imperio del Brasil (1826-1828), de acuerdo a evidencia iconográfica y material.
El Consejo Nacional de Educación, por Resolución del 12 de mayo de 1960, restableció el festejo para el 18 de mayo, que rige hasta el presente.
Más allá de las idas y venidas respecto de cuál debiera ser la fecha más adecuada para la celebración, lo permanente es el orgullo de lucir cercano a nuestro corazón uno de los símbolos de la argentinidad.
En cambio, se conservan documentos que revelan que el lunes 21 de mayo de 1810 los patriotas, liderados por Domingo French y Antonio Luis Beruti, comenzaron a llevar en el sombrero y en sus casacas cintas blancas en señal de unión entre criollos y españoles europeos. Lo cierto, también, es que el 18 de febrero de 1812 el gobierno de las Provincias Unidas del Río de la Plata decretó la primera escarapela nacional blanca y azul-celeste en reemplazo de la roja española. El modelo, redondo de fondo blanco y centro celeste, fue estrenado en Rosario el día 27 junto con la novedosa bandera creada por Manuel Belgrano, quien en proclama a sus soldados arengaba: “En este punto [refiriéndose al sitio donde se instalaba la Batería de la Libertad] hemos tenido la gloria de vestir la escarapela nacional que ha designado nuestro excelentísimo gobierno…”. El cambio al actual distintivo de tres círculos concéntricos celeste, blanco y celeste se habría producido durante la guerra contra el Imperio del Brasil (1826-1828), de acuerdo a evidencia iconográfica y material.
El Consejo Nacional de Educación, por Resolución del 12 de mayo de 1960, restableció el festejo para el 18 de mayo, que rige hasta el presente.
Más allá de las idas y venidas respecto de cuál debiera ser la fecha más adecuada para la celebración, lo permanente es el orgullo de lucir cercano a nuestro corazón uno de los símbolos de la argentinidad.
La proximidad de la lucha por la independencia
En relación a si Rosario fue cuna también de la Escarapela Nacional hay distintas interpretaciones. Está documentado que la iniciativa que posibilitó la aprobación oficial por parte del Triunvirato fue de Manuel Belgrano, en pedido fechado en el entonces pequeño poblado de la Capilla del Rosario. Sin embargo, Colman advierte que, a su modo de ver, la creación de la escarapela ya estaba previamente consensuada con Bernardino Rivadavia y el resto de los vocales del gobierno ejecutivo. “Un dato esencial -que muchas veces pasa inadvertido-, es que Belgrano sabía cómo confeccionarla. Se notifica, en Rosario, del decreto del Triunvirato el 23 de febrero de 1812, y el 27 ya tiene listas las escarapelas”, explica.
Como bien explica Patricia Pasquali en su fundamentado artículo póstumo “Hacer de la Patria una Bandera”, (Anales Nº 13 del Instituto Nacional Belgraniano), el 18 de febrero quedó oficializada una divisa que ya era popular entre los porteños. La noticia de que Venezuela había declarado su independencia el 5 de julio de 1811, alentó por su audacia similares aspiraciones en los patriotas argentinos, en especial los de la Sociedad Patriótica. Esa euforia que se adueñó de los revolucionarios progresistas del Río de la Plata, que abolió los colores rojos de los realistas, existía indudablemente al momento que Belgrano redacta su propuesta de “declarar la escarapela nacional”, a los tres días de llegar a Rosario. Inspirada o influenciada o no por la buena disposición que Belgrano encontró entre los patriotas rosarinos que dieron su aporte a la causa, entre ellos la familia de su gran amigo, el rosarino Vicente Anastasio Echeverría, fue aquí, en la otrora aldea, donde la humildad era probablemente proporcional al coraje y determinación patria de los rosarinos, que Belgrano dio a conocer oficialmente la conveniencia práctica de diferenciar a las tropas de ambos bandos con un símbolo nacional… Porque la hora de la lucha franca por la libertad había llegado. Por lo tanto merece esta fecha estar presente dentro del cronograma de las conmemoraciones del Bicentenario de la Creación de la Bandera.
López, Vicente Fidel, “La Gran Semana de 1810 - Crónica de la Revolución de Mayo”, Buenos Aires, Imprenta y Librería de Mayo, 1896.
Fernández Díaz, Augusto, “La divisa de Mayo”, en Revista Historia, Nº 20, Buenos Aires, 1960.
Luqui Lagleyze, Julio Mario, “Los Cuerpos Militares en la Historia Argentina, 1550 - Organización y Uniformes – 1950”, Instituto Sanmartiniano (Buenos Aires) y Fundación Mater-Dei (Rosario), 1995.
En relación a si Rosario fue cuna también de la Escarapela Nacional hay distintas interpretaciones. Está documentado que la iniciativa que posibilitó la aprobación oficial por parte del Triunvirato fue de Manuel Belgrano, en pedido fechado en el entonces pequeño poblado de la Capilla del Rosario. Sin embargo, Colman advierte que, a su modo de ver, la creación de la escarapela ya estaba previamente consensuada con Bernardino Rivadavia y el resto de los vocales del gobierno ejecutivo. “Un dato esencial -que muchas veces pasa inadvertido-, es que Belgrano sabía cómo confeccionarla. Se notifica, en Rosario, del decreto del Triunvirato el 23 de febrero de 1812, y el 27 ya tiene listas las escarapelas”, explica.
Como bien explica Patricia Pasquali en su fundamentado artículo póstumo “Hacer de la Patria una Bandera”, (Anales Nº 13 del Instituto Nacional Belgraniano), el 18 de febrero quedó oficializada una divisa que ya era popular entre los porteños. La noticia de que Venezuela había declarado su independencia el 5 de julio de 1811, alentó por su audacia similares aspiraciones en los patriotas argentinos, en especial los de la Sociedad Patriótica. Esa euforia que se adueñó de los revolucionarios progresistas del Río de la Plata, que abolió los colores rojos de los realistas, existía indudablemente al momento que Belgrano redacta su propuesta de “declarar la escarapela nacional”, a los tres días de llegar a Rosario. Inspirada o influenciada o no por la buena disposición que Belgrano encontró entre los patriotas rosarinos que dieron su aporte a la causa, entre ellos la familia de su gran amigo, el rosarino Vicente Anastasio Echeverría, fue aquí, en la otrora aldea, donde la humildad era probablemente proporcional al coraje y determinación patria de los rosarinos, que Belgrano dio a conocer oficialmente la conveniencia práctica de diferenciar a las tropas de ambos bandos con un símbolo nacional… Porque la hora de la lucha franca por la libertad había llegado. Por lo tanto merece esta fecha estar presente dentro del cronograma de las conmemoraciones del Bicentenario de la Creación de la Bandera.
López, Vicente Fidel, “La Gran Semana de 1810 - Crónica de la Revolución de Mayo”, Buenos Aires, Imprenta y Librería de Mayo, 1896.
Fernández Díaz, Augusto, “La divisa de Mayo”, en Revista Historia, Nº 20, Buenos Aires, 1960.
Luqui Lagleyze, Julio Mario, “Los Cuerpos Militares en la Historia Argentina, 1550 - Organización y Uniformes – 1950”, Instituto Sanmartiniano (Buenos Aires) y Fundación Mater-Dei (Rosario), 1995.
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