Clase 3 - Ciencias Naturales (Obligatorio) 6 al 10 de agosto

Objetivos:

Ampliar la noción de diversidad: la diversidad de los seres vivos y de ambientes, y la diversidad de estrategias adaptativas que presentan los seres vivos en ese ambiente.


Para Volar
 


El murciélago es un mamífero volador. Sus patas delanteras y traseras están unidas por membranas que forman alas. Vuela por la noche y descansa durante el día. Utiliza un sistema de radar para orientarse en la oscuridad.


El ser humano siempre quiso volar, pero su cuerpo no está preparado para vencer los problemas en el momento de elevarse en el aire.

Las Aves

 
Si bien existen algunos mamíferos voladores, como los murciélagos, el grupo de vertebrados mejor adaptados para el vuelo son las aves.
Además de estar preparadas para habitar la tierra firme, donde pasan parte de sus vidas, las aves deben resolver algunos inconvenientes para desplazarse en el aire.
El impulso necesario para despegar de la superficie requiere un gran esfuerzo: las alas, muy extensas y movidas por fuertes músculos, les permiten iniciar el vuelo y dirigir sus movimientos.
También es necesario reducir el peso del cuerpo: los huesos de las aves tienen aire en su interior, por eso se dice que son neumáticos. Además entre sus órganos hay unas bolsas comunicadas con los pulmones, los sacos aéreos, que se llenan de aire en el momento de levantar vuelo.
El cuerpo alargado y la cabeza pequeña, sin orejas y con un pico de punta, dan a las aves una forma aerodinámica que le permiten avanzar rápidamente en el aire. También las plumas que se disponen hacia atrás, facilitan ese avance.


El picaflor agita muy rápidamente sus alas y de esta forma logra mantenerse detenido en el aire mientras se alimenta con néctar de las flores.


Diferentes maneras de volar

 
El gavilán es un ave rapaz muy bien adaptada para vivir en los pastizales. Cuando planea, deja las alas extendidas e inmóviles de manera que el viento la empuja y la desplaza. Así sorprende a los animales que se encuentran entre la hierba.

Para vivir en Tierra Firme:

Desplazarse en un ambiente terrestre puede parecer sencillo para quien lo hace todos los días, sin pensarlo demasiado.
Sin embargo, las características propias de cada especie animal demuestran que, para moverse sobre la superficie sólida del planeta  hay que resolver algunos inconvenientes…
 El esqueleto interno de los vertebrados sostiene el cuerpo, mantiene su forma y protege órganos internos.
 
Si el cuerpo totalmente blando de un animal no tuviera esqueleto, sobre todo si su tamaño fuera considerable, estaría siempre aplastado por su propio peso.
Avanzar con todo el peso apoyado sobre una superficie sólida puede ser dificultoso. Si bien algunos animales (las víboras, por ejemplo) se trasladan de ese modo, la mayoría tienen patas y pies que le permiten hacerlo con el cuerpo alejado del suelo. Los vertebrados pueden mantener el equilibrio y desplazarse gracias a su esqueleto interno.
Los vertebrados terrestres poseen cubiertas (pelos, escamas, plumas, etc. ) que los protegen de golpes y roces, y evitan que su cuerpo se seque. 
Por ejemplo, las víboras tienen en la parte inferior de sus cuerpos grandes escamas. Como el roce produce desgastes, la piel de estos animales cambia periódicamente.
 
La perdiz
La martineta vuela poco y no corre rápidamente, pero el color de su plumaje, semejante al del pasto, le permite esconderse de sus posibles enemigos. Esta característica se llama mimetismo o camuflaje.
Para volar

Entre los artrópodos, los insectos constituyen un grupo realmente especial. Fueron los primeros animales que se adaptaron a la vida terrestre y aérea. Lo hicieron con tanto éxito, que actualmente es muy difícil encontrar  un ambiente en el cual no viva por lo menos alguna especie de insecto. Son los últimos invertebrados que pueden volar: esto les permite atravesar grandes distancias, alcanzar altura y conquistar territorios muy  diversos.
Los insectos tienen músculos muy potentes, gracias a ellos logran el movimiento de las alas necesarios para levantar vuelo y mantenerse en el aire.

 Las moscas y los mosquitos se encuentran en los más variados ambientes. Uno de sus pares de alas les permite volar, y el otro, mantener el equilibrio.
 

Las mariposas adultas poseen dos pares de alas, generalmente grandes. Las mariposas diurnas, de colores muy llamativos, se confunden con las flores que visitan para alimentarse.

 

Los escarabajos tienen un par de alas gruesas y duras, que cubren su cuerpo cuando están en tierra. Además esas alas protegen a las otras, delgadas y frágiles que usan para volar.


 


Para volar sin inconvenientes, los insectos necesitan detectar los objetos mientras se desplazan a gran velocidad. Por eso muchos de ellos tienen ojos compuestos, que no permiten ver nítidamente, pero registran los más leves movimientos.




Comentarios