La princesa Rizos Largos
Había una vez un rey y una reina, cuyo mayor deseo era tener un bebé. Después de muchos años su sueño se hizo realidad y tuvieron una hija. La llamaron Rizos Largos y les parecía la niña más preciosa del mundo. Como era su única hija, el rey y la reina la daban todo lo que quería y la princesa se convirtió en una niña muy caprichosa. Era muy mandona con los sirvientes y nunca decía gracias ni por favor. En una ocasión, entró en la cocina cuando la cocinera estaba preparando la comida. -Prepárame un pastel -le ordenó Rizos Largos. -Te haré uno para la hora del té -le contestó la cocinera. -No, quiero uno ahora -dijo la princesa. Así que la cocinera tuvo que dejar lo que estaba haciendo para prepararle un pastel a la princesa. Como es natural, ese día la comida se retrasó y la pobre cocinera se metió en un lío. Muy injusto, por cierto. La princesa era exactamente igual con sus amigos. Cuando iban a jugar al palacio, Rizos Largos era siempre la que elegía los juegos y s