EL NOMBRE DE LA TORTUGA
Esta es la historia de dos perros grises y enormes, Miriam y Samuel, que viven en Navalafuente con su amiga la tortuga, que se encontraba un poco despistada porque había perdido su nombre, y no era capaz de encontrarlo. Samuel y Miriam, para dejar tranquila a la tortuga y que se acordase dónde había puesto su nombre, se fueron a dar un paseo por el parque, con tan mala suerte que en seguida les alcanzó una fuerte tormenta que les obligó a volver corriendo a casa. Pero la tortuga seguía sin saber dónde había puesto su nombre. Menos mal que Miriam y Samuel tenían buen oído porque empezaron a escuchar un tenue ruido, un susurro. Convencidos que el sonido que se escondía en este leve susurro era el nombre de su amiga la tortuga, comenzaron a seguirlo. Once días estuvieron corriendo, después otros dos días, pero no llegaban al origen del sonido. Y cuando parecía que ya habían llegado, falsa pista. Tuvieron que andar otros 20 días. Ya no podían más, pero todavía no eran capaces de descifrar