¿Debe ser programación una materia del primario?


Surge el debate entre quienes consideran que hay que enseñar programación en la escuela como una materia, y quienes buscan un acercamiento más transversal
MIÉRCOLES 22 DE NOVIEMBRE DE 2017 • 12:57
PARA LA NACION
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Foto: Archivo
Mientras emprendedores y empresarios argentinos reclaman cambios en el sistema educativo para que los chicos incorporen las herramientas que les permitan adaptarse a los cambios que suponen las nuevas tecnologías, otros tantos señalan que una de las opciones es incorporar a la Programación como asignatura en el nivel primario, justificando que escribir código desarrolla ciertas habilidades como la creatividad y el pensamiento sistemático.
Por caso, ya es una materia de los pequeños que van a la escuela de Estonia, y lo será a partir del año próximo en Suecia. En simultáneo, en la Argentina y el resto del mundo están proliferando talleres presenciales para que los niños den sus primeros pasos en el mundo de la programación, y hasta hay plataformas online para aprendan jugando.
Todo esto se da en un contexto que funciona como un caldo de cultivo: los pequeños utilizan dispositivos tecnológicos desde muy corta edad, la industria a nivel mundial y nacional necesita más programadores de los que hay en el mercado, y las tendencias indican que las personas con habilidades vinculadas al mundo digital serán las más valoradas por las organizaciones cuando los niños sean adultos.

Una mirada transversal

Bajo este panorama, especialistas consultados por LA NACION analizaron cuán importante es incorporar a la Programación en el plan de estudios como asignatura obligatoria en el nivel primario: "Si lo pensamos desde una mirada amplia, la cuestión no pasa estrictamente por considerarla como una materia obligatoria o no, porque aunque es indiscutible el rol de las nuevas tecnologías en los niños, en realidad el primer paso debería sería entender la necesidad de que se aborde lo tecnológico de manera transversal en distintas materias, considerando su buen uso", explica la especialista en infancia, comunicación y cultura Valeria Dotro, que es directora de contenidos de Latinlab, una organización que colabora con los procesos de investigación, discusión, reflexión y creación de productos audiovisuales de calidad para la infancia en América Latina.
Para ella, la programación es una parte de la tecnología que no le interesa necesariamente a todos los chicos. "Ahora, si entendemos que los niños además de usuarios son productores de contenidos, es importante ofrecerles herramientas para tal fin", dice. En esta línea también opina Mariela Reiman, Directora en Chicos.net, una organización civil sin fines de lucro que trabaja para impulsar el uso seguro, responsable y significativo de las Tecnología de la Información y Comunicación (TIC), y Lugar de Inventos, que promueve la experimentación con tecnologías digitales y tradicionales, donde se combinan la ciencia, la tecnología y el arte; señala que hay que diferenciar programación y pensamiento computacional: el segundo se relaciona con el uso de las computadoras para resolver problemas, mientras que el primero es la serie de instrucciones que se le da a una computadora: "Es decir que la programación es una parte de la computación, y nosotros preferimos hablar de la importancia de incluir la computación en la escuela", detalla.
Según Reiman, entonces, no habría que hablar de programación como materia, sino como contenido que definitivamente debería ser incluido en la currícula de todos los niveles educativos porque "la inclusión del pensamiento tecnológico en edades tempranas es muy estratégica ya que está demostrada la permeabilidad para adquirirlos".

En todas las materias

"En la primaria se enseña demasiado de matemáticas pero muy poco o nada de estadísticas, que es una materia muy importante. Por otra parte, para que los niños sean más creativos e innovadores hay que enseñar más sobre arte y sobre cómo pueden hacer los pequeños para mezclar conceptos y asignaturas para que desarrollen su sensibilidad y capacidad de innovación, por eso la solución no es sumar a la Programación como materia, sino dejar de hablar de educación STEM (siglas de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemática para apelar a la formación STEAM, donde se suma el Arte", explicita Stephen Brobst, que es el Chief Technology Officer (CTO) de Teradata, una firma que se especializada en herramientas de data warehousing y de analíticas empresariales, y fue miembro del Consejo de Innovación y Desarrollo del presidente de Estados Unidos Barack Obama entre los años 2008 y 2012.
Reiman concuerda: "En un contexto en el cual estamos buscando nuevas maneras de aprender, no habría que pensar a la programación como materia, ya que hoy se habla de trabajar por proyectos que atraviesan varias disciplinas, resolviendo problemas a través de soluciones creativas, articulando distintas áreas de conocimiento, por eso prefiero el enfoque STEAM como un paradigma interesante que busca proponer a los alumnos un formato de aprendizaje activo, creativo vinculado con la vida real. Esta es la manera ideal de introducir la computación en general y la programación en particular".
Al ser consultado, Andrew Stephen, Decano Asociado de Investigación y Profesor de Marketing en la Universidad de Oxford, explica que si bien saber escribir código es un plus, no está de acuerdo con que sea una materia obligatoria ya que, como Dotro, cree que "no hay motivos por los cuales todos tengan que saber programar". Para él, es más importante que aprendan cómo la tecnología impacta en sus vidas que saber de cuestiones técnicas. "Considero prioritario que los pequeños aprendan a ser pensadores y desarrollen la capacidad para resolver problemas. Incluso seria óptimo que se les enseñen a desarrollar algoritmos pero sin que importe el lenguaje de programación".

Preparar a los chicos para ser ciudadanos digitales

Al igual que el resto de entrevistados, Dotro pone el foco en la necesidad de formar a ciudadanos digitales responsables, lo que implica alentar la mirada crítica, aunque pero eso no obtura la posibilidad de que también los chicos puedan programar. "Incluso, enseñar a programar sin un trabajo que aporte a la mirada conceptual sobre las tecnologías no aportaría demasiado", acota.
Los especialistas son contundentes: es importante que los pequeños aprendan a ser ciudadanos digitales críticos y responsables antes de que sepan escribir código. Además, la adquisición de saberes tecnológicos debe estar siempre acompañada por la reflexión acerca de valores y actitudes en los entornos digitales, del lugar que ocupan en nuestras vidas, cómo las estamos usando, para qué sirve y qué momentos elegimos para desconectarnos.

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