Cómo detectar los problemas de visión en los niños ... Ana Paula Guzmán
Una visión infantil correcta es fundamental para potenciar el aprendizaje y el rendimiento escolar. Un examen de la vista es primordial para diagnosticar posibles anomalías visuales en los niños.
La visión es la capacidad que tiene el ser humano para procesar la información del entorno, obtener un significado y comprender lo que se ve a través de los ojos. La visión es algo más que tener buena agudeza visual.
Los problemas de vista de los niños
Ver no solo implica tener una buena agudeza visual, sino también muchas otras habilidades visuales, como pueden ser la capacidad de enfoque lejos-cerca, la habilidad de mover los ojos correctamente, tener una binocularidad correcta, una buena coordinación ojo-mano, una buenaestereopsis (cálculo correcto de la profundidad), etc.
Es recomendable realizar un examen visual al nacer, a los 6 meses, a los 2 años y a los 4 años. De los 6 meses a los 2 años es muy importante evaluar el correcto desarrollo de la visión binocular para detectar posibles estrabismos. Normalmente la vía visual está completamente desarrollada a los 2 años, aunque hasta los 5 no se llega a tener una agudeza visual del 100%.
A partir de los 4 años se recomienda una revisión al año, ya que se van a producir muchos cambios en el desarrollo del niño y, como además empieza la escolarización, los ojos tienen que estar preparados para responder a las demandas visuales que esto conlleva.
Un problema visual puede influir en el fracaso escolar. A través de estudios realizados en el campo de la optometría, se ha comprobado que existe una estrecha relación entre el rendimiento visual y el escolar. Para enfrentarse a las exigencias que hoy en día tienen los escolares, es necesario tener desarrolladas habilidades como la agudeza visual, la motilidad ocular o la binocularidad, entre otras.
Cómo detectar un problema visual en los niños
- Falta de interés por la lectura o pérdida del hilo de la lectura.
- El niño al leer sigue el texto con el dedo.
- Giros extraños de las palabras y dificultad para recordar lo que ha leído.
- Las letras o los signos se juntan o se los salta.
- Cejas fruncidas, parpadeo excesivo u otras deformaciones faciales cuando lee.
- Fatiga constante, nerviosismo o irritabilidad después de una tarea de cerca.
- Visión doble de los objetos.
- Dolores de cabeza, náuseas o aturdimientos asociados al uso de los ojos de cerca.
- Sensibilidad exagerada a la luz.
- Párpados rojos o hinchados y frotamientos frecuentes de los ojos.
- Pasos falsos y caídas frecuentes, avanza la cabeza para ver mejor.
- Vocalización en voz baja durante la lectura, constatada por el movimiento de los labios.
- Se observa una rigidez corporal cuando quiere mirar los objetos de lejos.
- Mala habilidad perceptiva, como, por ejemplo, la confusión de la o por la a, la n por la m, etc.
- Estrabismo o bizquera hacia fuera o hacia adentro.
- Cierra o se tapa un ojo para poder ver mejor con el otro.
- Mala coordinación del ojo y la mano, que se manifiesta por la dificultad al jugar al tenis, atrapar una pelota u otra actividad parecida.
Comentarios