Y un día “Tulpelel” se reencontró con los cerros

Un cóndor andino recuperó la libertad en Tafí del Valle, en 2012, gracias a una iniciativa conservacionista. El vuelo más alto y pleno.
El cóndor andino “Tulpelel” no podía volar. Había sido hallado en Tafí del Valle el 12 de abril de 2011. Cuenta la historia que la lugareña que lo había encontrado caminó tres kilómetros a pie hasta dejarlo en un lugar seguro.

El macho adulto recibió los primeros auxilios en la Reserva de Horco Molle. Una vez estabilizado y gracias al apoyo de una serie de organizaciones de la sociedad civil, “Tulpelel” viajó al Zoo de Buenos Aires: allí ingresó a un programa de rehabilitación del Proyecto de Conservación del Cóndor Andino (PCCA). Esta iniciativa fundada en 1991 se propone preservar esta ave fabulosa y su majestuoso ecosistema a lo largo de la cordillera para asegurar la supervivencia de quien es considerado “el espíritu viviente de Los Andes”.

Según la historia clínica publicada en la red (facebook.com/ProyectoConservacionCondorAndino), el cóndor estaba deshidratado, y exhibía bajo peso y una lesión complicada en el pecho. “Afortunadamente, su condición fue mejorando y se recuperó por completo”, dice el parte oficial de PCCA. Finalmente, el 19 de noviembre de 2012, “Tulpelel” fue liberado en El mirador de los Cóndores de Tafí del Valle, donde la especie presenta dormideros naturales.

Como es tradición, la apertura de la jaula fue precedida de una ceremonia ancestral a cargo de guías espirituales locales, que elevaron una plegaria por la armónica convivencia de todas las formas de vida. “Tulpelel” cumplió su papel y voló con ganas, al igual que antes lo habían hecho otros siete cóndores (“Toki”, “Killa’tik”, “Wayra”, “Kusiñawy”, “Quebradeño” y “Sayen” ) rescatados y liberados en Tucumán desde 2005. El año pasado, ese listado incorporó a “Eikei”, que en lengua kakán o diaguita significa “el que está profundamente enamorado”.

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