25 de Mayo de 1810... Maissa Illanes (Obligatorio)
Revolución de Mayo
Revolución de Mayo | |
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El Cabildo abierto del 22 de mayo de 1810, según Pedro Subercaseaux. | |
Contexto del acontecimiento | |
Impulsores | Antonio Luis Beruti Cornelio Saavedra Juan José Castelli Juan José Paso Manuel Belgrano Mariano Moreno Nicolás Rodríguez Peña Hipólito Vieytes |
Motivos | Abdicaciones de Bayona, Invasiones Inglesas |
Influencias ideológicas de los impulsores | Liberalismo |
Gobierno previo | |
Gobernante | Baltasar Hidalgo de Cisneros |
Forma de gobierno | Virreinato |
Gobierno resultante | |
Gobernante | Primera Junta |
Forma de gobierno | Junta de gobierno |
Se conoce como Revolución de Mayo a la serie de acontecimientos revolucionario s ocurridos en mayo de 1810 en la ciudad de Buenos Aires, por aquel entonces capital del Virreinato del Río de la Plata, una dependencia colonial de España. Como consecuencia de la revolución fue depuesto el virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros y reemplazado por la Primera Junta de Gobierno.
Estos eventos de la Revolución de Mayo se sucedieron en una semana conocida como la Semana de Mayo, que transcurrió entre el 18 de mayo, cuando se confirmó de manera oficial la caída de la Junta de Sevilla, hasta el 25 de mayo, fecha de asunción de la Primera Junta.
La Revolución de Mayo inició el proceso de surgimiento del Estado Argentino sin proclamación de la independencia formal, ya que la Primera Junta no reconocía la autoridad del Consejo de Regencia de España e Indias, pero aún gobernaba nominalmente en nombre del rey de España Fernando VII, quien había sido depuesto por las Abdicaciones de Bayona y su lugar ocupado por el francés José Bonaparte. Aun así, los historiadores consideran a dicha manifestación de lealtad (conocida como lamáscara de Fernando VII) una maniobra política que ocultaba las intenciones independentistas de los revolucionarios. La declaración de independencia de la Argentina tuvo lugar posteriormente durante el Congreso de Tucumán el 9 de julio de 1816
Causas
Causas externas
La declaración de Independencia de los Estados Unidos en 1776 de su metrópoli inglesa sirvió como un ejemplo para los criollos de que una revolución e independencia eran posibles. La Constitución estadounidense proclamaba que todos los hombres eraniguales ante la ley (aunque, por entonces, dicha proclamación no alcanzaba a losesclavos), defendía los derechos de propiedad y libertad y establecía un sistema de gobierno republicano.
A su vez, se comenzaron a difundir los ideales de la Revolución francesa de 1789, en la cual una asamblea popular finalizó con siglos de monarquía con la destitución y ejecuciones del rey Luis XVI y su esposa María Antonieta y la supresión de los privilegios de los nobles. La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, cuyos principios eran "Liberté, égalité, fraternité"
(en español: "libertad, igualdad, fraternidad") tuvo una gran
repercusión entre los jóvenes de la burguesía criolla. La Revolución
francesa motivó también la expansión en Europa de las ideas liberales,
que impulsaban las libertades políticas y económicas. Algunos liberales
políticos influyentes de dicha época, opuestos a las monarquías y los
poderes absolutos, eran Voltaire, Jean-Jacques Rousseau, Montesquieu, Denis Diderot y Jean Le Rond d'Alembert, mientras que el principal liberal económico era Adam Smith, autor del libro La riqueza de las naciones que proponía el libre comercio.
Aunque
la difusión de dichas ideas estaba muy restringida en los territorios
españoles, pues no se permitía el ingreso de tales libros a través de
las aduanas o
la posesión no autorizada, igualmente se difundían en forma
clandestina. Durante el proceso instruido a raíz de las revoluciones en Chuquisaca y La Paz se menciona a Rousseau y su libroEl contrato social como cuerpos del delito.1 Las ideas liberales alcanzaron incluso al ámbito eclesiástico, Francisco Suárez sostenía que el poder político no pasa de Diosal
gobernante en forma directa sino por intermedio del pueblo. Éste sería
entonces, de acuerdo con Suárez, el que posee el poder y lo delega en
hombres que manejan alEstado y si dichos gobernantes no ejercieran apropiadamente su función de gerentes del bien común se transformarían en tiranos y el pueblo tendría el derecho de derrocarlos o enfrentarlos, y establecer nuevos gobernantes.1
En Gran Bretaña, mientras tanto, se inicia la revolución industrial, y para satisfacer ampliamente las necesidades de su propia población necesitaba nuevos mercados a
los cuales vender su creciente producción de carbón, acero, telas y
ropa. Gran Bretaña ambicionaba que el comercio de las colonias españolas
en América dejara de estar monopolizado por su metrópoli. Para lograr
este fin se procuraba conquistar a las colonias (lo cual se intentó, en
forma fallida, mediante las Invasiones Inglesas) o bien promover su emancipación.
En Europa se desarrollaban las Guerras Napoleónicas, entre cuyos principales contendientes se encontraban el Imperio Napoleónico contra el Reino Unido y el Reino de España. Las fuerzas francesas tuvieron una gran ventaja inicial, y mediante lasabdicaciones de Bayona se forzó la renuncia de Carlos IV y su hijo Fernando VII, los cuales fueron reemplazados por José Bonaparte, hermano de Napoleón. La monarquía española intentó resistir formando la Junta de Sevilla y, tras la derrota de ésta, el Consejo de Regencia de España e Indias.
Causas internas
Durante la época del virreinato el comercio exterior estaba monopolizado por España, y legalmente no se permitía el comercio con otras potencias. Esta situación era altamente desventajosa para Buenos Aires, ya que España minimizaba el envío de barcos rumbo a dicha ciudad. Esta decisión de la metrópoli se debía a que la piratería obligaba a enviar a los barcos de comercio con una fuerte escolta militar, y ya que Buenos Aires no contaba con recursos de oro ni de plata ni disponía de poblaciones indígenas establecidas de las cuales obtener recursos o someter al sistema de encomienda,
enviar los convoyes de barcos a la ciudad era mucho menos rentable que
si eran enviados a México o Lima. Dado que los productos que llegaban de
la metrópoli eran escasos y caros, e insuficientes para mantener a la población, tuvo lugar un gran desarrollo del contrabando,
que por dicha situación solía ser respetado por la mayoría de los
gobernantes locales. El comercio ilícito alcanzaba montos similares al
del comercio autorizado con España.2 En este contexto se formaron dos grupos de poder diferenciados en la oligarquía porteña: los ganaderos, que reclamaban el libre comerciopara exportar su producción en mejores condiciones (principalmente el cuero, la carne no era aún un producto exportable internacionalmente ya que aún no existían técnicas de congelación que
pudieran conservarla por períodos extensos), y los comerciantes
contrabandistas, que rechazaban el libre comercio ya que si los
productos entraban legalmente disminuirían sus ganancias.
En la organización política, especialmente desde la fundación del Virreinato del Río de la Plata, el ejercicio de las instituciones residentes recaía en funcionarios designados por la corona, casi exclusivamente españoles provenientes de Europa, sin vinculación con los problemas e intereses americanos. Legalmente no había diferenciación en clases sociales entre
españoles peninsulares y del virreinato, pero en la práctica los cargos
más importantes recaían en los primeros. La burguesía criolla,
fortalecida por la revitalización del comercio e influida por las
nuevas ideas, esperaba la oportunidad para acceder a la conducción
política.
La
rivalidad entre los habitantes nacidos en la colonia y los de la España
europea dio lugar a una pugna entre los partidarios de la autonomía y
quienes deseaban conservar la situación establecida. Aquellos a favor de
la autonomía se llamaban a sí mismos patriotas, americanos,
sudamericanos o criollos, mientras que los partidarios de la realeza española se llamaban a sí mismos realistas.
Los patriotas eran señalados despectivamente por los realistas como
insurgentes, facciosos, rebeldes, sediciosos, revolucionarios,
descreídos, herejes o libertinos; mientras que los realistas eran a su
vez tratados en forma despectiva como sarracenos, godos, gallegos,
chapetones, matuchos o maturrangos por los patriotas.
Buenos
Aires logró un gran reconocimiento ante las demás ciudades del
Virreinato luego de expulsar a las tropas inglesas en dos oportunidades
durante las Invasiones Inglesas. Este prestigio fue utilizado como argumento por Juan José Paso para
justificar en el cabildo abierto que Buenos Aires tomara la iniciativa
de reemplazar al virrey sin consultar previamente a las otras ciudades.
La victoria contra las tropas inglesas alentó los ánimos
independentistas ya que el virreinato había logrado defenderse solo de
un ataque externo, sin ayuda de España. Durante dicho conflicto se
constituyeron milicias criollas que luego tendrían un importante peso
político, la principal de ellas era el Regimiento de Patriciosliderado por Cornelio Saavedra.
Una alternativa considerada antes de la revolución fue apoyar la intención de la infantaCarlota Joaquina de Borbón, hermana de Fernando VII, para que se pusiera al frente de todas las colonias españolas como regente. Estaba capacitada para hacerlo por la derogación de la Ley Sálica en 1789,
y su intención sería prevenir un posible avance francés sobre las
mismas. El intento no fue apoyado por los españoles peninsulares, pero
sí por algunos núcleos revolucionarios que veían en ello la posibilidad
de independizarse en los hechos de España. Entre ellos se encontraban Castelli, Beruti, Vieytes y Belgrano; otros revolucionarios como Mariano Moreno o Juan José Paso estaban
en desacuerdo. Sin embargo, la propia infanta renegó de tales apoyos, y
denunció al virrey las motivaciones revolucionarias contenidas en las
cartas de apoyo que le enviaron. Sin ningún otro respaldo importante,
las pretensiones de Carlota fueron olvidadas. Incluso después de la
revolución algunos mantuvieron la idea de su coronación como estrategia
dilatoria, pero la infanta estaba completamente en contra de los sucesos
ocurridos. En una carta enviada aJuan Manuel Goyeneche dijo:
En estas circunstancias creo de mi deber rogarte y encargarte que emplees todos tus esfuerzos en llegar cuanto antes a Buenos Aires; y acabes de una vez con aquellos pérfidos revolucionarios, con las mismas ejecuciones que practicaste en la ciudad de La Paz.3
Antecedentes a la revolución
En
1810 confluyeron varios sectores con diferentes opiniones sobre cuál
debía ser el camino a seguir en el virreinato. Una situación análoga a
la que se estaba viviendo había sucedido un siglo antes, durante la guerra de sucesión entre los Austrias y los borbónicos,
en la que durante quince años las colonias no sabían a quién reconocer
como el rey legítimo. En aquella oportunidad una vez que se instaló Felipe V en
el trono español los funcionarios de las colonias lo reconocieron y
todo volvió a su curso. Probablemente en 1810, muchos, especialmente
españoles, creían que bastaba con formar una junta y esperar a que en
España retornara la normalidad.4
Gestión de Liniers (1807–1809)
Tras la victoria obtenida durante las invasiones inglesas, la población de Buenos Aires no aceptó que el virrey Rafael de Sobremonte retomara el cargo, ya que durante el ataque había huido de la ciudad rumbo a Córdoba con el erario público. Si bien Sobremonte lo hizo obedeciendo una ley que databa de la época de Pedro de Cevallos,
que indicaba que en caso de ataque exterior se debían poner a resguardo
los fondos reales, dicha acción lo hizo aparecer como un cobarde a los
ojos de la población.4 En su lugar, el nuevo virrey fue Santiago de Liniers, héroe de la reconquista, elegido por aclamación popular.
Sin
embargo, la gestión de Liniers comenzó a recibir cuestionamientos. El
principal adversario político de Liniers, el gobernador de Montevideo Francisco Javier de Elío las canalizó en una denuncia sobre el origen francés de Liniers: argumentaba que era inaceptable que un compatriota de Napoleón Bonaparte,
en guerra con España en ese entonces, ocupara el cargo. Sin embargo, a
pesar de los reclamos de Liniers, no pudo brindar pruebas concretas de
que el virrey complotara con los franceses. De Elío se negó a reconocer
la autoridad de Liniers y formó una junta de gobierno en Montevideoindependiente de la de Buenos Aires.
Asonada de Álzaga
Artículo principal: Asonada de Álzaga.
El alcalde y comerciante español afincado en Buenos Aires Martín de Álzaga y sus seguidores, hicieron estallar una asonada con el objetivo de destituir a Liniers. El 1 de enero de 1809, un cabildo abierto exigió la renuncia del virrey Liniers y designó una Junta a nombre de Fernando VII,
presidida por Álzaga; las milicias españolas y un grupo de personas
convocados por la campana del cabildo apoyaron la rebelión.
Las milicias criollas encabezadas por Cornelio Saavedra rodearon
la plaza, provocando la dispersión de los sublevados. Los cabecillas
fueron desterrados y los cuerpos militares sublevados fueron disueltos.
Como consecuencia, el poder militar quedó en manos de los criollos que
habían sostenido a Liniers y la rivalidad entre criollos y españoles
peninsulares se acentuó. Los responsables del complot, desterrados a Carmen de Patagones, fueron rescatados por Elío y llevados a Montevideo.
Nombramiento de Cisneros
En España la Junta Central de Sevilla decidió terminar con los enfrentamientos en el Río de la Plata disponiendo el reemplazo de Liniers por don Baltasar Hidalgo de Cisneros, quien arribó a Montevideo en junio de 1809. El traspaso del mando se hizo en Colonia,
Javier de Elío aceptó la autoridad del nuevo virrey y disolvió la Junta
de Montevideo, volviendo a ser gobernador de la ciudad. Cisneros rearmó
las milicias españolas disueltas tras la asonada contra Liniers, e
indultó a los responsables de las mismas.
En el plano económico, ante las dificultades y costos del comercio con España, Cisneros aceptó la propuesta de Mariano Moreno e instauró el 6 de noviembre de 1809 el libre comercio con
las demás potencias. Los principales beneficiados eran Gran Bretaña y
los sectores ganaderos que exportaban cueros. Sin embargo, los
comerciantes que se beneficiaban del contrabando reclamaron a Cisneros
que anule el libre comercio, a lo cual accedió para no perder su apoyo.
Esto provocó a su vez que los ingleses, con Mac Kinnon y
el capitán Doyle como representantes, reclamaran una revisión de la
medida, haciendo valer el carácter de aliados contra Napoleón de España y
Gran Bretaña. Mariano Moreno también criticó la anulación, formulando
laRepresentación de los Hacendados,
la cual es considerada como el informe económico más completo de la
época del virreinato. Cisneros resolvió finalmente otorgar una prórroga
al libre comercio, la cual finalizaría el 19 de mayo de 1810.
El 25 de noviembre de 1809 Cisneros creó el Juzgado de Vigilancia Política, con el objetivo de perseguir a los afrancesados y
a aquellos que alentaran la creación de regímenes políticos que se
opusieran a la dependencia de América de España. Esta medida y un bando
emitido por el virrey previniendo al vecindario de díscolos que extendiendo noticias falsas y seductivas, pretenden mantener la discordia les
hace pensar a los porteños que bastaba sólo un pretexto formal para que
estallase la revolución. Por eso, en abril de 1810, Cornelio Saavedra
les expresa a sus allegados:
Aún no es tiempo; dejen ustedes que las brevas maduren y entonces las comeremos.5
Agitación revolucionaria en el Alto Perú
El descontento con los funcionarios españoles se manifestó también en el interior. El 25 de mayo de 1809 una revolución destituyó al gobernador y presidente de la Real Audiencia de Charcas Ramón García de León y Pizarro, acusado de apoyar al protectorado portugués; el mando militar recayó en el coronel Juan Antonio Álvarez de Arenales. La autoridad civil quedó en situación indecisa, de modo que fue en parte ejercida por el mismo Arenales.
El 16 de julio en la ciudad de La Paz otro movimiento revolucionario liderado por el coronelPedro Domingo Murillo y otros patriotas obligó a renunciar al gobernador intendente Tadeo Dávila y al obispo de La Paz, Remigio de la Santa y Ortega. El poder recayó en el cabildo hasta que se formó la Junta Tuitiva de los Derechos del Pueblo, presidida por Murillo.
La
revolución de Chuquisaca no se proponía alterar la fidelidad al rey,
mientras que la revolución de La Paz se proclamó abiertamente
independiente. Actualmente los historiadores tienen diversas
interpretaciones sobre si la revolución de Chuquisaca tuvo motivaciones independentistas o si fue sólo una disputa entre fernandistas y carlotistas. En consecuencia, existen desacuerdos sobre si la primera revolución independentista en Hispanoamérica fue la de Chuquisaca o La Paz. Los investigadores Juan Reyes y Genoveva Loza sostienen
la segunda posición, argumentando que se mantuvo el sistema de gobierno
español y no se respaldó la revolución en La Paz,6 mientras que otros como Teodocio Imaña,6 Gabriel René Moreno7 o Felipe Pigna8 sostienen que la de Chuquisaca fue una revolución independentista, citando como su principal fundamento el silogismo de Chuquisaca o silogismo altoperuano:
¿Debe seguirse la suerte de España o resistir en América? Las Indias son un dominio personal del rey de España; el rey está impedido de reinar; luego las Indias deben gobernarse a sí mismas.Bernardo de Monteagudo
La
reacción de los funcionarios españoles derrotó estos movimientos: el de
La Paz fue aplastado sangrientamente por un ejército enviado desde el Perú, mientras que el de Chuquisaca fue
sofocado por tropas que envió el virrey Cisneros. Poco después,
Cisneros creó un Juzgado de Vigilancia Política, orientado a perseguir a
los partidarios de las ideas de la revolución francesa o de cualquier otro ordenamiento político que pudiera minar la autoridad del virreinato.
Las
medidas tomadas por el virrey contra dichas revoluciones acentuaron el
resentimiento de los criollos contra los españoles peninsulares, ya que
Álzaga fue indultado de la prisión recibida tras su asonada, lo cual
reforzaba entre los criollos la sensación de inequidad.9 Entre otros, Castelli estuvo presente en los debates de la Universidad de San Francisco Xavier en donde se alumbró el silogismo de Chuquisaca, el cual influenció sus posturas en la Semana de Mayo.10
Cronología de la Semana de Mayo
La Semana de Mayo es la semana que transcurre entre el 18 y el 25 de mayo de 1810,
que se inició con la confirmación de la caída de la Junta de Sevilla y
desembocó en la destitución de Cisneros y la asunción de la Primera Junta.
El 14 de mayo arribó al puerto de Buenos Aires la goleta de guerra británica HMS Mistletoe procedente de Gibraltar con periódicos del mes de enero que anunciaban la disolución de la Junta de Sevilla al
ser tomada esa ciudad por los franceses, que ya dominaban casi toda la
Península, señalando que algunos diputados se habían refugiado en la isla de León en Cádiz. La Junta era uno de los últimos bastiones del poder de la corona española, y había caído ante el imperio napoleónico, que ya había alejado con anterioridad al rey Fernando VII mediante las Abdicaciones de Bayona. El día 17 se conocieron en Buenos Aires noticias coincidentes llegadas a Montevideo el día 13 en la fragata británica HMS John Paris,
agregándose que los diputados de la Junta de Sevilla habían sido
rechazados estableciéndose una Junta en Cádiz. Se había constituido un Consejo de Regencia de España e Indias,
pero ninguno de los dos barcos transmitió esa noticia. Cisneros intentó
ocultar las noticias estableciendo una rigurosa vigilancia en torno a
las naves de guerra británicas e incautando todos los periódicos que
desembarcaron de los barcos, pero uno de ellos llegó a manos de Manuel Belgrano y de Juan José Castelli. Éstos se encargaron de difundir la noticia, que ponía en entredicho la legitimidad del virrey, nombrado por la Junta caída.11
También se puso al tanto de las noticias a Cornelio Saavedra,
jefe del regimiento de Patricios, que en ocasiones anteriores había
desaconsejado tomar medidas contra el virrey. Saavedra consideraba que,
desde un punto de vista estratégico, el momento ideal para proceder con
los planes revolucionarios sería el momento en el cual las fuerzas
napoleónicas lograran una ventaja decisiva en su guerra contra España.
Al conocer las noticias de la caída de la Junta de Sevilla, Saavedra
consideró que el momento idóneo para llevar a cabo acciones contra
Cisneros había llegado.Tareas para realizar:
Luego de la evaluaciones
. En una línea de tiempo indico las situaciones ocurridas hasta la Revolución de Mayo.
. ¿Qué es una Revolución?
. En una historieta cortita cuenta la Semana del 18 al 25 de mayo. Puedes grabarla, mientras la relatas con tu familia, con tu celular o cámara de videos y la subimos al blog. (Llevarla a la escuela en CD)
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