A fin del siglo XIX, los inmigrantes italianos del barrio de La Boca, en Buenos Aires, hacían sus casa de madera, donde el uso de braseros, calentadores, velas y faroles causaba muchos incendios. Por esto, en 1884 el vecino tomás Liberti creó el primer cuerpo de bomberos voluntarios. Luego, este tipo de servicio público se multplicó en el país.