El Día de Todos los Santos y el de los Fieles Difuntos son dos fechas muy significativos para los creyentes de la región andina que asimilaron también las prácticas españolas. La llegada de los conquistadores por estas tierras abrió dos caminos: la continuidad de las tradiciones indígenas y la nueva herencia del mundo del catolicismo, que en Jujuy se vive sin contradicciones. En lo que va de la semana comenzaron los preparativos de lo que ya es un festejo tradicional que incluye comidas regionales, bebidas, ornamentos florales, ofrendas elaboradas con masa de pan, que serán colocados en altares familiares para honrar a los muertos. El 1 y 2 de noviembre los cementerios de San Salvador de Jujuy estarán de 7,30 a 20 horas, para que los deudos puedan visitar las tumbas de sus seres queridos y luego celebrar por ellos. En el Día de Todos los Santos se prepara el altar familiar en una mesa donde se colocan las comidas que le gustaban al difunto o difunta: picantes de pollo, lengua, mon