Disney suma gracejo hispano a su corte de princesas
En busca del creciente mercado de habla española, la marca insignia de dibujos animados presenta a Elena; realeza con sabor latino. Primero fueron las clásicas princesas blancas, de tez transparente, bajo cuyo influjo crecieron y soñaron generaciones de mujeres, desde aquella Blancanieves lanzada en 1937, inspirada en los cuentos de los hermanos Grimm; y la Cenicienta de los años 1950, basada en la imaginación de Perrault. Luego, cambios en el mercado del consumo de entretenimientos mediante, el mundo animado de Walt Disney se volvió multicultural: así llegaron la princesa negra, la de la India, la china Mulán; la representante de los “pueblos originarios de América” -la exitosa Pocahontas- y hasta la sirena de la realeza, Ariel. Hermamdad que no cesa Es así que la hermandad de las princesas no cesa, y, aunque el mundo se ha democratizado y muchos de los castillos medievales son posadas cinco estrellas, las historias de princesas siguen siendo de los grandes filones de market