Fábulas ... Milagro Chico
Un pequeño problema Camila tenía un pequeño problema. "Si me siento debajo de la escalera y pienso, lo puedo resolver en un ratito". Se acomodó debajo de la escalera que daba al jardín y pensó un ratito y otro más. Entonces se dio cuenta de que entre más pensaba, más grande se hacía el problema. Se trataba de hacerle un regalo de cumpleaños a su mamá. Quería hacerle un regalo bonito y muy alegre, que la pusiera contentérrima. Eso no era problema porque a su mamá le encantaban las cosas locas que a Camila se le ocurrían y, además, ya sabía que si se usaba un poco de pintura amarilla y otro poco de rojo y de verde, su mamá diría: "¡Qué alegre es!" A lo mejor necesitaba comprar algunas cosas, pero eso tampoco era el problema porque había ahorrado sus domingos durante tres semanas. Pensó en los últimos regalos que le había hecho a su mamá: Por Navidad le tejió una bufanda larga, larga, larga con rayas de todos colores que su mamá no se quitó en dos sema