Los objetos, cuando se los frota, pueden ejercer fuerzas de atracción y repulsión con otros objetos. Estos fenómenos se deben al intercambio de cargas, es decir de partículas que tienen carga eléctrica, llamadas electrones. Existen dos cargas diferentes (electrones y protones). Cargas iguales se repelen y cargas diferentes se atraen. Todos los objetos, aunque no se atraigan con otros, tienen cargas en su interior. *