Historia de un amor exagerado (Obligatorio)


Historia de un amor exagerado

                     Y empezó (la historia) en día jueves y en la segunda hora, en el preciso momento en que Santiago Berón, el más petiso, vio entrar por la puerta del aula de tercer año a Teresita Yoon, la nueva. A partir del recreo de las diez,Teresita Yoon, la nueva, también empezaría a llamarse Teresita Yoon, la china, pero, para decir verdad, era coreana.
                    Teresita Yoon, la nueva, era linda. O, por lo menos, linda lo que se dice linda le pareció a Santiago cuando la vio entrar con el delantal muy blanco y el pelo muy negro por la puerta del aula. Tenía mejillas redondas como bizcochos tostados, ojos largos como hojas de laurel salvaje y una sonrisa tan pero tan sonrisa [...].Teresita Yoon,la nueva, entró un poco asustada, mirando tímidamente a todos con sus ojos de laurel salvaje.
                    —¡Adelante! —dijo la señorita [...].
                    Entonces,Teresita Yoon hizo una pequeña reverencia y dijo como quien canta:
                    —An nienj.                      
Y ahí estalló la primera carcajada. Una sola [...], y después un montón de carcajadas.
                    —¿Qué decís? —chilló Gualberto.
                    —¿En qué hablás? —rugió Damián.Y se oyeron los cuchicheos y las risitas de dos chicas de por ahí cerca [...].
                    A Teresita Yoon los bizcochos se le pusieron rosados y las hojas de laurel salvaje se llenaron de agua.
                    La señorita [...] se dió cuenta de que ya era tiempo de dejar la tiza y de acercarse a Teresita. Le rodeó los hombros con el brazo, miró muy enojada hacia el rincón de las carcajadas y dijo:
                    —Teresita Yoon es coreana y nos saludó como se saludan todos en Corea. Ahora se va a quedar a vivir acá y va    a aprender a saludar como nosotros.
                    La señorita sabía mucho de esas cosas porque tenía un novio italiano.

                                                                                                                                       Graciela Montes
                                                                                                               Buenos Aires, Colihue, 1997 (fragmento). 

Tarea a realizar

¿Por qué les parece que los chicos y las chicas se reían? 

¿Por qué a Teresita le decían “la china”?
 ¿Tendría ella que abandonar su propio saludo o podría aprender el nuestro y nosotros el de ella? ¿A alguna de ustedes le pasó alguna vez algo parecido a lo que le ocurrió a Teresita?
 ¿Qué sintió en ese momento?
 ¿Cómo se sentirían ustedes si les sucediera lo que le pasó a Teresita? 
¿A alguna le pasó encontrarse con alguien“diferente”? 
¿En qué era diferente esa persona?
 ¿Qué nos pasa cuando nos encontramos con alguien “diferente”?
 ¿Nos gusta o... sentimos miedo? 
¿Nos enoja tener que hacer esfuerzos para entendernos?
 ¿Qué otros sentimientos nos provoca?
 ¿Por qué les parece que nos pasa esto? 


Contesta algunas de estas preguntas con tu familia y luego lo charlamos en clases. Mirá la danza coreana como premio.
 

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