En su tricicleta le gana al “no se puede”




Nicanor de Chazal tiene una malformación congénita que no le impide ser biker. Video.

Hace 2 Hs 5 58
“Un día llegamos a una escalera y le digo: ‘vení que te ayudo’. ‘No, no’, me dice. Empezó a arrastrar la cola, escalón por escalón, y la bajó. Me mira y me dice: ‘cada uno hace como puede’. Yo no lo podía creer”, cuenta Antonio Quesada, instructor de mountain bike. Ese es uno de los tantos episodios que Quesada compartió con Nicanor de Chazal, su alumno.
“Nica” tiene una malformación congénita, comúnmente identificada como espina bífida. Necesita valerse de cuatro dispositivos ortopédicos en su cuerpo para caminar. Pese a ello, no hay inconveniente, no sólo para andar en bicicleta, sino para competir en el Campeonato Tucumano de mountain bike. “Nica” ya tiene en su foja deportiva tres competencias en la categoría Mosquito. “Tomé mucha agua porque es más fresquita”, contó “Nica”. Recién había completado las dos vueltas estipuladas para su divisional en La Olla, donde se corrió la cuarta fecha del torneo de Cross Rural. “Hizo mucho calor, pero la llevé muy bien”, reconoció la comodidad con la que cumplió el recorrido. Bajo el sol, con una temperatura alta, en un terreno de dificultad media, con muchas piedras, terminó la carrera como pudo, de la misma manera en que aquella tarde bajó los escalones sin la ayuda de su profesor. “El circuito tenía bajadas y subidas. Me costó en la parte que estaba más rotita”, hace referencia al sector norte del trazado en donde muchos padres, incluido Augusto, el suyo, ayudaban a sus pequeños hijos.
El biker no corre en una categoría especial. Ni él, ni su familia lo exigen, menos lo quieren. No hay nada en el reglamento que lo impida. Ni siquiera porque corra en una tricicleta y no en una bicicleta. Y es aquí donde aparece el problema. “Yo quiero correr en la Pro’”, ya avisó “Nica”. El inconveniente no tiene que ver con que las reglas empezarían a ser un obstáculo. El tema pasa porque “Nica” no acepta seguir en la tricicleta, él quiere correr en una bicicleta. Su mamá Ana Cris contó que Nicanor avisó su deseo también en Buenos Aires, donde se fabrican las tricicletas. “‘¿Cómo querés que hagamos una de dos si necesitás estar estable?’, le dijeron. ‘No sé, inventá una’, respondió él”, relató la madre.
La propuesta, quien dice, puede tener la misma resolución que desembocó en el presente de “Nica”. “Debo reconocer que a mí me parecía un poquito un disparate”, rememoró el papá. Augusto, cuando Ana Cris puso en palabras la idea de que “Nica” compita, no pensó que era posible. “Y eso que soy un hombre tremendamente optimista, pero ésta no me la creía”, recordó.
Al principio es difícil pensar más allá de la discapacidad. Por lo general, el diagnóstico va seguido por lo que la persona no podrá hacer y no por lo que puede hacer en su condición. La mielomeningocele, el nombre científico de la discapacidad de Nicanor, puede ser tratada con cirugía y con múltiples terapias. Si bien la intención de andar en bicicleta no fue con una meta terapéutica, todo el entorno del pequeño nota que, sin querer, funciona como tal. “Tratamos de que todo sea descontracturado. La idea es que se relacione con todos los chicos, no sólo con los que tienen una patología. Las carreras eran para mostrarle eso: que él puede”, explicó Quesada.
Por lo que cuenta Rosi Rodríguez, la Terapista Ocupacional (TO), “Nica” tiene el detalle distinto que a veces es difícil identificar en los atletas con éxito. “Tiene una fortaleza interior muy grande”, recalcó. “Yo le digo siempre a sus papás: su hijo será una persona exitosísima”, auguró Rodríguez. Por lo pronto, “Nica” da claras muestras que quiere recorrer ese camino del éxito deportivo.
La tricicleta
Es curioso lo que sucedió con la tricicleta de Nicanor. El rodado tiene una adaptación para un paciente con mielomeningocele, pero no para un biker con mielomeningocele. Cuando Marcos Esteban Álvarez vio llegar a Ana Cris con la tricicleta se agarró de la cabeza. “No sabía bien qué hacer”, recordó su primera impresión cuando la dama le presentó la propuesta en la bicicletería que tiene en Camino del Perú 1.117. “Cuando lo conocí a él y lo tuve en la trici empecé a entender y tomó forma. Lo único que necesitábamos era una mejor postura, que sea más cómoda”, explicó Álvarez. “Lo que hice fue cambiar el rodado de la rueda, por uno más grande para tener otro ángulo. Cambiamos las posiciones del asiento y del respaldar. Tuve que modificar los pedales. Por el cambio de rodado pegaban con el cuadro. Le puse frenos porque no viene con ellos. Todo me llevó como dos semanas probando y cambiando posiciones. Así fue como llegamos a que él pueda disfrutar de la tricicleta en las sendas”, describió con felicidad.
El video que generó todo
Que Nicanor sea un ciclista de montaña se lo debe a su Terapista Ocupacional (TO), Rosi Rodríguez, y un video. “Lo compartí en el Face. Era de un chico que andaba en bici, pero que no tenía piernas”, recordó sobre el posteo del 30 de mayo de 2016. “Dos días después, lo sueño a ‘Nica’ andando. Entonces, le hago la propuesta a su mamá que ya había comentado el video. Y cuando la cité me dijo: ‘yo pensé en ‘Nica’”, contó. Se lo propusieron al pequeño que aceptó. Rosi, que también practica mountain bike, le propuso a su instructor ser el entrenador. Entre redes sociales, sueños premonitorios y el entusiasmo del protagonista, nació el biker. También acompañan a “Nica”, Adriana Barraza, Federico Cortes (kinesiólogos), Georgina Yassine (fonoaudióloga), Analiza Medina y Yohanna Reyes (acompañantes terapéuticas).
Inspiró desde el otro lado de la cordillera
El video que conmovió a la mamá y a la Terapista Ocupacional de “Nica” tenía como protagonista a un chileno. Adolfo Almarza Riquelme es especialista en la modalidad descenso del mountain bike. Un accidente en Río Cuarto, Córdoba, lo dejó tan mal herido que debieron amputarle sus piernas desde las rodillas cuando tenía 12 años. Con dos prótesis especialmente diseñadas compite a toda velocidad en su bicicleta y además brinda charlas motivacionales. “No me es difícil compartir mi vida con los demás, todo lo contrario: me hace sentir muy bien. Sé que es el propósito y misión que nos dio Dios a mí y a mi equipo”, dijo Almarza en una entrevista que LG Deportiva le hizo en 2013. (http://www.lagaceta.com.ar/nota/565739/deportes/adolfo-almarza-riquelme-sin-piernas-corre-bici.html)

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