Los 6 errores que probablemente estés cometiendo al ducharte ... Valeria Masino

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Después de tantos años de bañarse, y en muchos casos a diario, hacerlo suele ser una actividad casi automática sobre la cual ni siquiera nos cuestionamos si lo estamos haciendo bien o no. Sin embargo, solemos cometer ciertos errores que pueden dañar nuestra piel.

¿Cuáles son los errores más comunes?
1. Ducharse demasiado. “Si estamos continuamente rasurando, lavando o haciendo correr agua por nuestra piel estamos quitando nuestras defensas”, explica la doctora María Sainz, jefa del servicio de Medicina Preventiva del Hospital Clínico San Carlos de Madrid. Según la especialista, la piel es el primer mecanismo que tenemos para defendernos de los agentes externos, dado que sirve para resguardarnos de gérmenes, la humedad y regula la temperatura entre el exterior y nuestro interior, por lo que un exceso de limpieza puede resultar perjudicial.
2. Usar agua muy caliente. Ducharnos a altas temperaturas podría provocar que se desintegren algunas moléculas del manto ácido de la piel, lo que propiciaría una excesiva resequedad, de acuerdo con la Academia Española de Dermatología.

3. Exceso de jabón. Solemos pasar el jabón por cada rincón de nuestro cuerpo pensando que cuánto más producto más higiene. Sin embargo sería un gran error, ya que con esto atacamos constantemente el manto lipídico que recubre la piel, destruyendo así el pH que nos defiende de virus, ácaros y microorganismos. Los expertos recomiendan “usar jabón sólo por la zona de mayor sudoración y que en el resto del cuerpo corra el agua y listo”.

4. No saber aplicar correctamente el shampoo. Los especialistas de la Academia Española de Dermatología sostienen que ponerse mucho shampoo en la parte alta de la cabeza hace muy mal al cuero cabelludo. Lo correcto sería "aplicar el producto en sentido vertical sin acumularlo arriba. Posteriormente hay que enjuagarse muy bien con abundante agua, aplicar un acondicionador si se quiere, peinar con un peine de púas anchas que ayude a desenredar, y posteriormente secar”.

5. Usar esponjas ásperas. Muchas veces las esponjas, sobre todo las que tienen fibras demasiado ásperas, afectan el pH de la piel, por eso, para mantener equilibrado el nivel del ph entre los 5.5 y los 5.9 grados de acidez desde la Academia Española de Dermatología aconsejan limitar su uso. Además, es importante, una vez que usamos las esponjas, que las sequemos a la luz del sol para evitar la colonización de hongos y bacterias que, a la larga, pueden afectar nuestra piel.

6. Utilizar toallas inadecuadas. Para Sainz no da igual el uso cualquier toalla para secarnos. Ella recomienda elegir toallas de algodón absorbente, ya que una demasiado áspera podría irritar las pieles más sensibles e incluso resecarlas.

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