Francisco Moreno

 
La mamá es una señora pequeña, gruesa, de rostro agraciado, y que suda el quilo en los bailes.

La sala está hecha un campo de batalla. Faldas por aquí y por allá. Lazos sobre las sillas; un tarro de pomada sobre el sofá, ...

Está sentada delante de un espejo. Una amiga, que no es socia del casino, es la encargada de su tocado.

Queriendo arreglarlo todo, comete mil desatinos, tales como guardar en el cajón de la consola el abanico que debe llevar al baile.

Se dirige á su despacho para rogarle las acompañe al baile. El papá se niega, y un rato después se mete en la cama.

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