Batalla de Tucumán: la victoria que cambió el curso de la guerra ... Florencia Belén Aguilar

24-09-2012 - La batalla generó la caída del Triunvirato y ayudó a la convocatoria de la Asamblea del Año XIII.También fue la antesala que le allanó el camino al creador de la bandera para el éxito posterior en Salta.
Hoy la Batalla de Tucumán cumple 200 años. Aquel día, el general Manuel Belgrano venció en el Campo de las Carreras a las fuerzas realistas comandadas por el brigadier Juan Pío Tristán de Moscoso.
Como dice el profesor Eduardo Poma, Tucumán “cambió el curso de la guerra por la independencia...”. Provocó la caída del Triunvirato, influyó en la convocatoria de la Asamblea del Año XIII, y posibilitó, meses después, el éxito de Belgrano en Salta.
Quizá por ello debamos recordar algunos hechos previos a la victorias de Tucumán.
Efectivamente, el 26 de marzo de 1812, Belgrano recibió el Ejército del Perú en la Posta de Yatasto, Salta. Ese cuerpo venía en retirada desde Huaqui, a orillas del lago Titicaca. Allí había sido prácticamente diezmado y sobre su precaridad, escribió Belgrano al gobierno: “Siempre me toca la desgracia de que me busquen cuando el enfermo ha sido atendido por todos los médicos y abandonado”.
Pese a todo, el general tomó en Yatasto la decisión de regresar a Jujuy. Lo hizo para revitalizar la moral de la tropa aprovechando que el jefe realista, José Manuel de Goyeneche, era retenido en Cochabamba. La dura resistencia de criollos y nativos, le impedía invadir Jujuy, Salta, Tucumán y Córdoba. Esta parálisis favoreció los planes de Belgrano que, camino a Jujuy, estableció cuartel en Campo Santo, punto intermedio entre Salta y Jujuy. Allí tomó las primeras medidas reorganizativas: izó bandera de enganche y restableció los servicios esenciales del ejército. Contó para ello con la colaboración de oficiales de valía: Díaz Vélez, los dos Balcarce, Dorrego, Warnes, Superi, Benavidez, Forest, Paz, Lamadrid y Alvarado.
Acampando en Campo Santo, Belgrano descubrió una traición: el obispo Nicolás Videla del Pino se carteaba con el invasor Goyeneche. Por los hábitos le perdonó la vida, pero sin piedad lo expulsó de Salta.
A principios de mayo, Belgrano ordenó marchar a Jujuy. Y así, el 25 de mayo, segundo aniversario de la Revolución, lo encontró en San Salvador. Con tal motivo hubo celebraciones; en la iglesia matriz, Gorriti bendijo la bandera en brazos de Manuel Belgrano. Más tarde, salva de honor con los cañones traídos por el barón de Holmberg. Luego de los festejos, Belgrano decidió quedarse en Jujuy reorganizando el Ejército. En eso estaba cuando recibió las reprimendas del Triunvirato y de Rivadavia por haber izado la bandera en Rosario.
Días después, el 27 de mayo se enteró que Cochabamba finalmente había caído en manos de Goyeneche, implantado este, un régimen de terror con fusilamientos y saqueos. Los desmanes realistas se prolongaron hasta mediados de julio, cuando reiniciaron la marcha hacia Humahuaca. Lo hicieron con un ejército de 3.000 hombres al mando del brigadier Pío Tristán.
 

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