Diaguitas - Calchaquíes... Ailyn Banegas (Leer)








Algunos creen que originariamente los Paziocas estaban formados por cuatro grandes agrupaciones indígenas:

  •     Los Pulares, al Norte, en el valle de Salta;
  •     Los Calchaquíes, en los valles Calchaquí y Jocavil, en las provincias de Salta, Catamarca y Tucumán;
  •     Los Diaguitas, que ocupaban gran parte de Catamarca;
  •     Capayanes, al Sur, en regiones de La Rioja y San Juan.


Otros consideran que “Diaguita” es una castellanización divulgada por los españoles del nombre que les daban los Quechuas en el siglo XVI a un conjunto de numerosos pueblos independientes que tenían un idioma común, el kakán. Estos pueblos tenían diferentes grados de desarrollo cultural, habían recibido la influencia de la dominación incaica y habitaban los cerros y valles del noroeste Argentino (NOA), en las actuales provincias de Salta, Tucumán, Catamarca, La Rioja, norte de San Juan, extremo noroeste de Córdoba y el Norte Chico de Chile, en los valles transversales de las regiones de Atacama y Coquimbo.

Se cree que los Quechuas a su vez adoptaron ese nombre de los Aymara, quienes utilizaban una fusión de palabras parofónicas: tha kita (de una región apartada), da kita (– hombre– cimarrón), tiya kita (habitante remoto).


Luego, en el siglo XVII, los españoles comenzaron a llamar “Calchaquíes” a un conjunto de culturas diaguitas (los Yocaviles, Quilmes, Tafís, Chicoanas, Tilcaras, Purmamarcas, entre otros) debido a uno de los principales jefes que dominaba en el Valle de Yocavil, a quien los españoles llamaban Juan Calchaquí.

Territorio:  Eran sedentarios, ocuparon las regiones montañosas de las actuales provincias de Salta, Tucumán, Catamarca, La Rioja y San Juan.

Lengua: La lengua, el kakán o cacán, era uno de los elementos comunes que unía a todos los pueblos Diaguitas, aunque hablaban además diferentes dialectos de dicha lengua.

Religión: Adoraban al sol, al trueno, al relámpago, y a la “pachamama” (madre tierra). Creían en la inmortalidad del alma y en una vida extraterrenal, por lo que enterraban a sus difuntos con alimentos, bebidas y pertenencias.

Vivienda: Hicieron sus viviendas de piedra, dispuestas en forma de pirca, y no utilizaron ningún tipo de cemento. Las casas no tenían ventanas ya que eran en su mayor proporción subterráneas, bajo el nivel del terreno, y el techo era de barro o paja, generalmente con aberturas para parciales para la entrada de luz. Sus construcciones fueron monumentales, prueba de ello es la Ciudad de Quilmes, La Payas, y Tolombón. Cada población construía una fortaleza, llamada “pucará” la cual se encontraba siempre ubicada estratégicamente en cerros, para dominar el paisaje y para que resulte de difícil acceso a los invasores.

Economía: Desarrollaban una economía diversificada y ecológicamente sustentable. Fueron excelentes agricultores, la tecnología e ingeniería utilizadas son ejemplo de eficiencia en el manejo de la tierra y de los recursos naturales respetando al equilibrio ecológico de la región. Ningún sistema posterior consiguió alimentar a tanta población sin degradar los recursos naturales. Las terrazas y los canales de riego que construyeron fueron tan eficaces que en algunos lugares se siguen utilizando. Cultivaban maíz, papas, calabazas y frijoles. En otro orden productivo, el pecuario, se puede decir que tenían una ganadería muy desarrollada, cazaban vicuña y criaban llama, alpaca y guanaco. Estos animales eran utilizados para llevar cargas y con su lana y cuero confeccionaban ropas, bolsas y hojotas. También se dedicaban a la recolección de frutos: algarroba, chañar, mistol, higos y tuna y para preparar sus alimentos, molían el maíz y otros granos junto con hierbas en morteros de piedra. Elaboraban harina de algarroba y preparaban bebidas como chicha a partir del maíz, y aloja y añapa a partir de la algarroba.

Artesanía: Se destacaban en la alfarería, fabricaban vasos, urnas funerarias, cacharros, pipas y jarros. Trabajaban la piedra para hacer hachas, morteros, amuletos y puntas de flechas. Trabajaban el cobre, el oro y la plata. Dominaban la cestería y eran excelentes tejedores. Decoraban su cerámica con figuras humanas en relieve, grabados geométricos y pinturas de animales.


Comunidades diaguitas en la Provincia de Tucumán
(año 2006)

En el Departamento Tafí del Valle:

    Casas Viejas (105 familias)
    El Mollar (225 familias)
    La Angostura (86 familias)
    Valle de Tafí (450 familias)
    Ayllu El Rincón (50 familias)


En el Departamento Trancas:

    Potrero de Rodeo Grande (100 familias)
    Chasquivil (25 familias)
    Tolombón (103 familias)
    Hualinchay (40 familias)
    Chuschagasta (84 familias)
    Ancajuli (15 familias)
    San Pedro Colalao (40 familias)
    Anfama (10 familias)


En el Departamento Chicligasta:

    Solco Llampa (5 familias)


En el Departamento Tafí del Valle:

    Amaicha del Valle (873 familias)
    Quilmes (630 familias)

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