Decadencia y casi total demolición ... Morena Chacana


Tras el traslado del Congreso a Buenos Aires, la casa fue destinada a diversos usos, y devuelta a sus propietarios en algún momento de la crisis conocida como la Anarquía del Año XX. Pasó a ser propiedad de Carmen Zavalía, casada con su tío Pedro Patricio Zavalía. Su estado parece haber sido ruinoso, por lo que los esposos Zavalía demolieron las construcciones del segundo patio, recontruyéndolas en un estilo más moderno.
Años más tarde, la casa albergaba a dos mujeres solteras, tataranietas de su primera propietaria. En el año 1869, con el objetivo de llamar la atención de las autoridades en la conservación del edificio, aprovecharon la presencia en Tucumán del fotógrafo Ángel Paganelli, para tomar algunas fotografías del mismo. Entre ellas, tuvo especial importancia una única fotografía del frente del edificio, que se muestra en estado bastante ruinoso, pero conservando en buen estado los detalles arquitectónicos. En la foto aparecen el conductor del carro que llevaba la máquina de fotos de Paganelli y su hijo, sentados frente a la casa.2
En 1874, la casa fue definitivamente adquirida por el gobierno nacional, que la destinó a edificio de Correos, anexándole posteriormente el servicio de Telégrafo. El lugar fue sede de las primeras manifestaciones de conmemoración de la Declaración de la Independencia, que comenzaron durante los años 1880. En 1893 se realizó una conmemoración masiva, con representantes estudiantiles llegados de distintas provincias.
No obstante, el gobierno no realizó contribuciones al mantenimiento de la casa hasta el año 1903, en que se vio obligado a demolerla casi por completo, debido a su pésimo estado de conservación. Sobre la calle Congreso se edificó la sede de Correos de la Nación y la sede del Juzgado Federal de Tucumán, de estilo renacentista, y coronado con las imágenes de dos leones acostados.
La única parte del edificio que fue salvada de la demolición fue el Salón de la Jura de la Independencia. En el año 1904, por orden del gobierno nacional, éste fue cubierto por un templete o pabellón de ladrillos, con abundantes estructuras de hierro y vidrio, de estilo Art Nouveau.1 En ese templete, el gobernador Ernesto Padilla presidió los festejos del primer centenario de la Declaración de la Independencia.

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