Los camellos ... Lourdes Ximena Ortiz

Los camellos tienen dos jorobas, mientras que el dromedario solo tiene una. Ahí está la diferencia entre estas dos especies. La función es siempre la misma. Almacena el agua y la energía que luego usarán en caso de que haya escasez y sequía. Esto le da a los camellos la legendaria habilidad de aguantar sin beber ni comer durante largos períodos de tiempo, pudiendo atravesar regiones muy áridas o desiertos sin apenas beber. Cuando su joroba esta agotada de reservas, se vuelve flácida y blanda. Los camellos no viven en las arenas del desierto, pero si en los desiertos rocosos del este y centro de Asia. Las temperaturas en estos lugares son extremas. 40 ºC en verano, -29 ºC en invierno. Por eso los camellos han desarrollado adaptaciones a estos brutales cambios de la naturaleza. El ejemplo más claro de estas adaptaciones es el grueso pelaje que los protege en invierno, y que se les cae cuando la temperatura aumenta con la llegada del verano.
Las hierbas que comen en invierno, o en cualquier época del año, les dan el suficiente agua para sobrevivir durante mucho tiempo. De todos modos, cuando los camellos al fin beben, actúan como una especie de esponja. El camello es capaz de beber 135 litros de agua en solo 13 min. Para proteger sus ojos de la tierra y del viento, estos animales poseen unas grandes pestañas protectoras. Además, unas grandes y anchas patas les facilitan el paso por estos desiertos rocosos, y también el no hundirse en la arena debido al gran peso que llevan encima.
Estos camellos son los únicos en la actualidad que viven en libertad, y se sitúan en el desierto de Gobi (Mongolia y China), pero su número es muy reducido, y no pasa de 1000 ejemplares.

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