José Francisco de San Martín por Maria Agustina Graneros 6ºB (clic)


Nació en 1778 en Yapeyú, una ex misión jesuítica situada a orillas del río Uruguay en la Gobernación de las Misiones Guaraníes del Virreinato del Río de la Plata, en la actual Provincia de Corrientes, Argentina.
Su padre, Juan de San Martín, hijo de Andrés de San Martín e Isidora Gómez, había nacido en la villa de Cervatos de la Cueza, en la Provincia de Palencia (antiguo reino de León, España), y era Teniente gobernador del departamento. Sirvió como militar a la Corona española y fue el primer teniente gobernador de la Gobernación de las Misiones Guaraníes con sede en Yapeyú, creada para administrar las treinta misiones jesuíticas guaraníes, luego de que la orden fuera expulsada de América por el rey Carlos III en 1767.
Nació en 1778 en Yapeyú, una ex misión jesuítica situada a orillas del río Uruguay en la Gobernación de las Misiones Guaraníes del Virreinato del Río de la Plata, en la actual Provincia de Corrientes, Argentina.
Su padre, Juan de San Martín,hijo de Andrés de San Martín e Isidora Gómez, había nacido en la villa de Cervatos de la Cueza, en la Provincia de Palencia (antiguo reino de León, España), y era Teniente gobernador del departamento. Sirvió como militar a la Corona española y fue el primer teniente gobernador de la Gobernación de las Misiones Guaraníes con sede en Yapeyú, creada para administrar las treinta misiones jesuíticas guaraníes, luego de que la orden fuera expulsada de América por el rey Carlos III en 1767.
Su madre, Gregoria Matorras del Ser, hija de Domingo Matorras y María del Ser Gregoria Matorras, también había nacido en la Provincia de Palencia, España, concretamente en Paredes de Nava. Era prima hermana de Jerónimo Matorras, Gobernador y Capitán General del Tucumán.
Fue un militar Agentino, cuyas campañas fueron decisivas para las independencias de la argentina, chile y el perú. A los siete años viajó a españa, donde cursó sus estudios para ingresar posteriormente en el ejercoto. Combatió en el norte de África y luego contra la dominación napoleónica de España, participando en las batallas de Bailén y La Albuera. Con 34 años, en 1812, habiendo alcanzado el grado de Teniente Coronel, y tras una escala en Londres, partió a Buenos Aires, en donde se le encomendó la creación del Regimiento de Granaderos a Caballo (que hoy lleva su nombre), el cual logró el triunfo en el Combate de San Lorenzo. Más tarde se le encomendó la jefatura del Ejército del Norte en reemplazo del General Manuel Belgrano. Entonces concibió su plan de emancipación sudamericana, comprendiendo que el triunfo patriota sólo se consolidaría al eliminar los núcleos realistas en el continente.
Con sede en la ciudad de Mendoza puso en marcha su proyecto: tras organizar al Ejército de los Andes cruzó con el mismo la cordillera del mismo nombre y lideró la liberación de Chile, en las batallas de Chacabuco y Maipú. Utilizando a una flota organizada en Chile, atacó el centro del poder español en Sudamérica, la ciudad de Lima, declarando la independencia del Perú en 1821. Poco después se encontró en Guayaquil con Simón Bolívar, y tras una breve entrevista le cedió su ejército y la meta de finalizar la liberación del Perú. San Martín partió hacia Europa, donde murió el 17 de agosto de 1850.
En la Argentina se lo reconoce como el padre de la Patria y se lo considera el principal héroe y prócer nacional.
En el Perú, se lo reconoce como libertador del país, con los títulos de «Fundador de la Libertad del Perú», «Fundador de la República» y «Generalísimo de las Armas». En Chile su ejército le reconoce el grado de Capitán General.
San Martín escribió una lista de consejos para su hija Merceditas:[24]

  1. Humanizar el carácter y hacerlo sensible aun con los insectos que nos perjudican. Stern[25] ha dicho a una mosca abriéndole la ventana para que saliese: “Anda, pobre animal, el mundo es demasiado grande para nosotros dos”.
  2. Inspirarle amor a la verdad y odio a la mentira.
  3. Inspirarle una gran confianza y amistad, pero unida al respeto.
  4. Estimular en Mercedes la caridad con los pobres.
  5. Respeto sobre la propiedad ajena.
  6. Acostumbrarla a guardar un secreto.
  7. Inspirarle sentimientos de indulgencia hacia todas las religiones.
  8. Dulzura con los criados, pobres y viejos.
  9. Que hable poco y lo preciso.
  10. Acostumbrarla a estar formal en la mesa.
  11. Amor al aseo y desprecio al lujo.
  12. Inspirarle amor por la Patria y por la Libertad.



                              
                                                                                                                       

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